miércoles, 17 de octubre de 2007

El Teniente General Don Juan Butler Clarke

Aunque era menor que su hermano Tomás, que figura a continuación, pospongo a éste para después poder centrarme en `su descendencia, que somos nosotros.
Era el hijo menor de Thomas Buthler Oneill, y llevaba el nombre de su tío tatarabuelo John Butler, combatiente en Limerick.
Se hizo militar, quizá animado por los deseos de su padre.
Debió de figurar en alguno de los Regimientos de Irlandeses del Rey Católico, el de Hibernia o el de Ultonia, que en el siglo XVIII arderían todavía en deseos de volver a Irlanda y defender el catolicismo o transmitirían de una generación a otra la voluntad de liberar la Isla.
Los relatos de su padre y el ánimo de sus compañeros debieron de ser por tanto el alimento moral de Juan Butler Clarke: la defensa del catolicismo.

(Casamiento)

Se casó en Cádiz, en 1777, con María Ana de Grenier o Gramier (según otra lectura), su prima segunda, ¿por Clarke?, hija de Nicolás de Grenier e Isabel Elward.
Nicolas de Grenier era francés, de Valenciennes de Flandes, educado en París, en el Colegio Louis le Grand, de la nobleza, establecido como comerciante en Portugal, Cónsul de Francia, Secretario de Embajada y Encargado de Negocios interino, amigo del Príncipe, luego José I de Portugal.
Isabel Elward era oriunda de Irlanda y nacida en Oporto. De sus cinco hijos, tres fueron Guardias de Corps en Francia y otro Capitán de las Guardias Irlandesas en el mismo Reino (Datos recogidos por la Marquesa Viuda de Villaseca)
El enlace con los De Grenier tuvo que ver, por tanto, con los negocios familiares tanto como por el parentesco de los cónyuges; ya aparece un gran hombre de negocios y cónsul en Lisboa, al mismo tiempo que otro, quizás también pariente, por Keiser, era socio de su hermano Tomás.

(Ascensos)

En 1796, era Brigadier en el Regimiento de Infantería del Rey, y el 11 de abril recibió el hábito de Caballero de Santiago, a sus 47 años, en el reinado de Carlos IV, el primer Butler de nuestra rama que era de nuevo Caballero, y de aquella ilustrísima Orden.
Doce años después, en el momento de la Guerra de la Independencia, tenía ya 59 años y era Teniente General. Debió de asistir en Zaragoza a los hechos que determinaron la proclamación por el pueblo de Don José Palafox, Brigadier de 33 años, como Capitán General, saltándose la cadena de mando sin duda por la juventud y empuje de Palafox frente a la mayor edad de Butler, lo que significaba de hecho la reasunción de la soberanía originaria por la nación en aquellos turbulentos días.
Él debió de ser de todos modos respetado y reconocido como uno de los dos lugartenientes o Segundo Cabo después del Capitán General Palafox, junto con el también Teniente General Juan O’ Neill -¿pariente cercano?
En el terrible asedio, el Teniente General O Neill acabó muriendo, y en 1809 el Teniente General Butler tuvo que estar en la Junta que acordó la capitulación mientras el Capitán General Palafox yacía con las fiebres que habían invadido Zaragoza.
Caídos prisioneros con todo el Ejército defensor, los dos fueron conducidos a Francia, Palafox a Vincennes, donde sufrió un duro cautiverio de cuatro años, y Butler a Nancy, con su hijo, el Capitán de Caballería Tomás (IV) Butler de Grenier, que era su Ayudante.
El General no pudo soportar seguramente las condiciones del cautiverio, muy duras a juzgar por las de Palafox en Vincennes, unidas al debilitamiento sufrido durante el durísimo asedio y allí murió.
Supongo que su sentido histórico del significado de las derrotas de Limerick, se doblaría ahora por la suposición de la derrota de la Monarquía Católica ante los revolucionarios impíos mandados por Napoleón, sin que llegara a ver la victoria final.
Valorando la suerte de su propia familia, supondría que era ir de derrota en derrota. No me extraña que muriese a los 59 ó 60 años.
Su hijo volvió a España, donde al parecer se retiró.
De los retratos de Palafox podemos colegir cómo era su figura uniformada. Un gran sombrero bicornio, más grande que el de Napoleón, con la escarapela roja de los voluntarios de la defensa de Zaragoza, un chacó negro, pantalones blancos ceñidos y altas botas hasta las corvas.

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Su hijo Don Tomás Butler y Grenier fue Capitán de Caballería y Ayudante de su padre en Zaragoza, durante la Guerra de la Independencia.
Se casó con María de los Dolores Mendieta.

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De Rosa María Ballesteros García, de la Universidad de Málaga, obtengo ese dato y los que extracto a continuación:

Hija de ambos fue Rosa Butler y Mendieta, la más conocida poetisa de la familia, que nació en 1821, en Jaén, quizás estando destinado allí su padre.
Fue educada por sus tíos, Rosa Butler y Antonio Izquierdo, en Cádiz.
Fue una tempranísima feminista, a juzgar por su colaboración en las revistas de este signo “La Mujer” y “El Pensil Gaditano”, abandonando esta última después de su radicalización y secuestro gubernamental.
Escribió “La noche y la Religión” (1849), a sus veintiocho años, y “La creación del mundo”, un ensayo épico, en 1883, (publicado en la “Revista de la Cruz”, de Madrid, como resulta de la correspondencia de su prima Clementina) a sus sesenta y dos.
Una cadena de citas que remite a Huerta Posada, alude a su estilo, propio de “un espíritu tierno y sensible» y en el que “ la imagen (es) fresca y lozana», así como a su corazón «especialmente cristiano».
Era bisnieta, por tanto, de Thomas Buthler O Neill.

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Brian Foley, en “Butler Testamentary Records in Cádiz”, da los datos que extracto:
Rosa Butler y Grenier, hija del Teniente General Don Juan Butler, natural y vecina de Cádiz, hizo testamento el 18 de julio de 1820 (un año antes de que naciera su sobrina Rosa Butler y Mendieta, que llevó su nombre y a la que crió)
Se había casado en 1806, en el Puerto de Santa María, con Don Antonio María Izquierdo, hijo de Don Antonio Izquierdo y Doña Juliana Galiano, y tuvieron sólo una niña que murió en 1808.
Sus bienes eran tres casas en Cádiz (en Comedias, 25; Carretera Buñolería, 125 y 126 y Consulado Viejo, 42), Bonos del Tesoro, diamantes y otra joyería.
Su heredera, si ella y su marido fallecían sin hijos, sería su sobrina Doña María Dolores Butler y Mendieta, la única que debía de tener por entonces, también una niña.
Su albacea sería su marido y, si faltaba, Don Tomás Butler (de quien dice sorprendentemente que era Teniente General retirado) y los administradores de instituciones benéficas de Cádiz.

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Desde Puerto Real, en 1864, a sus cuarenta y tres años, Rosa Butler y Mendieta escribió un soneto para rogarle a la Reina una pensión, como nieta del Teniente General Butler y sin medios.
Va acompañado de un dibujo de su sobrino segundo, Francisco Marchesi Butler, entonces todavía un niño, lo que sugiere que la petición fue cursada por medio del esposo de su prima Clementina Butler Arias, el ya Teniente General José María Marchesi.
El dibujo puede ser un retrato de Rosa Butler, el perfil de una persona ambigua, más bien un joven, de cabello moreno revuelto sobre una frente amplia, pero que podría ser una mujer bajo un gran capuchón, envuelta en un manto, rostro fino y menudo, aguda nariz aguileña, vuelto hacia el suelo con los ojos cerrados y los labios finos apretados bajo un ligero bozo.

“A S.M. la Reina Dª Isabel 2ª

“Soneto.
“De la ignorada tumba donde mora,
envuelto en el olvido en tierra extraña,
un héroe, cuales brotan en España,
os eleva una súplica, Señora.
No pide que su polvo torne ahora
al suelo do brilló la ínclita hazaña,
porque espera en la fé que al justo baña
la gran resurrección consoladora.
El que impávido holló peste, hambre y fuego
la Ciudad defendiendo con bravura
solo un ¡ay! os dirige, en son de ruego,
de sus nietas al ver la desventura,
esperando su llanto enjuge luego
una Reina que es Madre en su ternura.
Rosa Butler.
Puerto Real 23 Abril 1864”

AGUSTÍN BUTLER CLARKE

Era el hijo menor de Thomas Buthler O Neill, llamado así por su abuelo materno, Augustin o Austin Clarke, de Duín.
El 19 de enero de 1828, Agustín Butler Clarke hizo testamento en Cádiz como soltero y hombre de negocios.
Sus bienes consistían en “los limitados y reducidos muebles de su casa y algunos créditos a su favor”.
No teniendo herederos forzosos, nombró albacea a Don José Delabat, con instrucciones que, de causar alguna disputa, lo convertirían en su heredero.
En el testamento se habla de su casa de comercio, que sería una firma importadora de los linos irlandeses de la manufactura Butler de Carrick On Suir.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, mi apellido es Buteler, soy de Argentina, queria saber si conoce como fue la llegada del apellido Butler a este pais y su transformacion en Buteler, desde ya muchas gracias!

Kim Pérez dijo...

Me alegro de saludarle. Efectivamente, le puedo decir que ustedes son de la línea de los Butler de Ballykeife, entre quienes Diego Buteler llegó desde Ballynackill, en Irlanda, y pasó luego al Virreinato del Río de la Plata en 1740, por lo que su asentamiento en la Argentina es ya antiguo.

El cambio de Butler a Buteler debió de ser desde luego por fonética castellana, por la dificultad en nuestra lengua de pronunciar el grupo "tl".

Son de la línea de varón de las ramas tituladas, a partir del VIII Conde de Ormond. Yo desciendo también de él por una de sus hijas.

Puede ver más detalles en esta página, en las entradas "Los Butler de Ballykeife de Cádiz" y "Los Butler de Ballykeife de Córdoba en la Argentina".

Me tiene a su disposición para cualquier otra pregunta.

Kim Pérez

Anónimo dijo...

hola soy jose Buteler de Argentina (tucumán)querria saber si es verdad que el origen de nuestro apellido es en realidad frances "boutellier" o algo asi, y que de alli paso a Irlanda como Butler.
otra pregunta es que si hay alguna gacetilla sobre nuestra familia que en algun momento mi abuelo recibia en correspondencia, y que ya no se encuentra mas en argentina