TOMÁS BUTLER CLARKE Y JUANA DE KEYSER
De Don Tomás (II) Butler Clarke, nuestro antepasado directo, sabemos que nació en Sevilla en 1743 y allí debió de aprender el comercio internacional con su padre.
Luego se hizo socio de Don Francisco ( I ) de Keyser, de Amberes, también comerciante en Sevilla, con quien el negocio internacional debió de multiplicarse (¿Amberes, Dublin, Cádiz, Indias?), en la Casa De Keyser & Butler.
Antes o después de formar su sociedad, el 2 de abril de 1770, teniendo él veintisiete años, se casó con la hija de su socio, Juana de Keyser Wellens, también sevillana como él, que era muy joven y muy bella, seguramente de menos de veinte años entonces (mi hermana Marita, con el tiempo, vivió muy cerca de la Avenida Keyser o Keyserlei de Amberes; ¡quién lo habría dicho!)
En el momento de la boda entre el impetuoso joven negociante de padres irlandeses y la hermosa hija del avisado colega flamenco, pocos podrían imaginar la desgracia que acabaría cayendo sobre ambos.
Los De Keyser o De Keijser de Amberes eran una familia al parecer burguesa cuyos orígenes recientes se conocen bien. Proceden de Dierck de Keijser, que se casó en 1594 en Amberes con Cornelia Provoost. Tuvo una nieta, Joanna Keijser, que se casó en 1649 con Ferdinand van Havre en Amberes, lo que parece probar que el nombre de Juana era usual en la familia. Usaban un escudo de armas con cuatro aros de oro y en medio una estrella de David de seis puntas, también de oro, en campo de sable.
Desconocemos el nombre de su madre, pero quizá se llamase Juana o Concepción Wellens (Joanna es también un nombre frecuente entre las Wellens de Flandes)
Tuvieron cinco hijos (Francisco, que debió de nacer en 1771, teniendo su padre veintiocho años, Concepción, de quien no sé la fecha de nacimiento, Tomás (III), nacido en Sevilla, en San Bartolomé, el 28 de febrero de 1788, otra hija de nombre desconocido, madre de las Sarabia Butler y Juan (II) Butler Keyser, por quien sigue nuestra línea, que nació también en Sevilla, en San Bartolomé, el 10 de abril de 1790, a las once de la noche, siendo diecinueve años menor que su hermano mayor)
Para sus hijos, la elección de los nombres parece deberse a lo siguiente: Francisco ( II ), por el padre de la madre, y socio quizás mayoritario del padre, a quien éste estaría muy reconocido; Concepción, quizás por la madre de la madre; Tomás, por el padre, el abuelo y el tatarabuelo; de nuevo, el nombre de Juan parece corresponder a la posible veneración familiar de John Butler, aprendida por Thomas Butler Clarke de su padre Thomas Butler O’Neill; la hija Innominada quizá se llamara Juana, como su madre.
El 13 de Diciembre de 1776, teniendo él treinta y tres años, se despachó en Madrid un título “por el ex.mo s.r D.n Josef Alvarez de Toledo Duque de Alva al concejo Justicia, regimiento de su Villa de Castilleja de Guzman pª servir los oficios de Justicia en ella en el proximo año de mil setez.tos setenta, y siete y entre los electos pª Justicia, y capitulares esta repartido, que sacado a la Letra dice assi
“Para Alcalde de la S.ta Hermandad por el estado noble á D.n Thomas Butler el menor=”
Por tanto, en este momento, no parece que estuviera todavía demasiado absorbido por sus negocios, hasta el punto de poder ser encargado de un puesto anual en la humilde villa donde su padre estaba, al parecer, hacendado.
El testamento de Thomas Butler O’Neill, de 1781, dice que en esa fecha su hijo Tomás Butler Clarke ya residía en Madrid y tenía allí comercio, por tanto, como mínimo, a sus treinta y ocho años, antes de que nacieran sus hijos Tomás y Juan y quizás la hija innominada.
Es lógico, por cuanto, al haber alcanzado el título de proveedor de la Reina, y seguramente de la Corte, le convenía residir en ella, lo que sería compatible con algunas estancias en Sevilla, como la de 1781, relacionadas a veces con el nacimiento de sus hijos, porque Juana de Keyser volvía siempre a Sevilla a parir, seguramente a casa de su madre, como era habitual en la época. De hecho, el domicilio social de la casa De Keyser & Butler seguía estando en Sevilla.
Pero ya por entonces su posición era espléndida, quizás entre Sevilla, Cádiz, Amberes, Madrid y Londres y seguramente ya bien relacionados en las dos Cortes de Madrid y Londres, viviendo como verdaderos cortesanos.
Encuentro la prueba de esta temporalización en que Juana de Keyser fue retratada en su juventud quizás por Reynolds, según atribución familiar. Pero la retratada aparece como una veinteañera, lo que sitúa la pintura hacia 1772, quizá recién nacido su hijo Francisco.
La pintura puede ser en efecto, siempre lo había pensado, de Gainsborough o de Reynolds, un espléndido retrato en un estilo elegante y estilizado que no se hacía en España.
Es una joven de piel lechosa, facciones finas y cabello negro, recogido en el estilo de las Cortes, que lleva un vestido carmesí con un gran escote y cuyas manos descansan sobre su regazo distendidamente.
El estilo es sencillo, prerromántico, la ropa sobria, la actitud casual, dentro de la formalidad cortesana. Hay una nobleza reynoldsiana en la erguida postura, con un gracioso doble movimiento de la figura, ligeramente vuelta hacia la izquierda la cara y hacia la derecha el torso.
En la década de los setenta, los jóvenes Butler brillarían en todas partes, él en la treintena, ella en la veintena, con sus niños recién nacidos. La Princesa de Asturias, María Luisa de Parma, tenía amistad con Thomas Butler y con Juana de Keyser.
Me pregunto cómo vería Thomas Butler padre, ya setentón y ochentón, la presencia de su hijo en la Corte inglesa, cuando él había tenido que abandonar Irlanda por su culpa, y cuando los irlandeses católicos todavía sufrían lo indecible bajo la opresión protestante. No sé si predominarían los sentimientos de humillación o los de desquite.
Para colmo, murió el mismo año en que su hijo Tomás fue arrestado; no sé si antes o después, si tuvo la suerte de no enterarse o no. Diez años antes había muerto su mujer.
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